Con sus centros de Tres Zapotes, La Venta y el Cerro de las Mesas, la cultura olmeca, es considerada cultura madre por la importancia y extensión que alcanzó en el panorama del arte precolombino mexicano.
Su cultura se caracteriza por la construcción de altares y el tallado de colosales cabezas de piedra con rasgos animaloides (llamado baby - faces)y figurillas zoomorfas que revelan un singular estilo realista, y adornos de jade.
El centro más importante fue el de Ventas, que se distingue por sus admirables esculturas monumentales, por sus bajo- relieves, y por la utilización, en las construcciones, del ladrillo, del que los olmecas parecen haber sido los inventores en América.
La civilización olmeca, a pesar de los numerosos testimonios, sigue siendo muy mal conocida, y es todavía uno de los enigmas de la historia de la América precolombina.
Fueron los primeros americanos que elaboraron una escritura jeroglífica, completaron con un calendario y un sistema aritmético; a partir de la escritura puede considerarse la palabra "historia".
El Dios Jaguar, adorado por los olmecas como símbolo del cielo y del mundo subterráneo, estaba presente en todas partes, esculpido en forma de animal o de personaje semi - humano.
La idea de asociar el hombre al animal se perpetuó en todas las civilizaciones, hasta los aztecas.
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