FELIPE VARELA
ESTE PERSONAJE FUE ASCENDIDO A GENERAL DE LA NACIÓN POR LA PRESIDENTE CRISTINA
Nació
en Huaycama, departamento de Valle Viejo, provincia de Catamarca probablemente
el 11 de junio de 1821, siendo sus padres el caudillo federal Javier Varela y su
madre María Isabel Ruarte o Rubiano.
Fue militar y hacendado, ya que poseía campos en Guandacol, provincia de La Rioja.
Fue militar y hacendado, ya que poseía campos en Guandacol, provincia de La Rioja.
Fue un
acérrimo enemigo de don Juan Manuel de Rosas en la década de 1840, por lo
cual debió exiliarse en Chile, donde se incorporó al ejército de ese
país.
Ocupó
luego, en la entonces Confederación Argentina (después de la caída de Rosas ),
el cargo de segundo jefe de la frontera en Río Cuarto.
Bajo las órdenes de Urquiza, participó de la batalla de Pavón, en el año 1861, donde es derrotado por Bartolomé Mitre
Bajo las órdenes de Urquiza, participó de la batalla de Pavón, en el año 1861, donde es derrotado por Bartolomé Mitre
Pasa a
enrolarse en las filas del Chacho Peñaloza, en clara sublevación contra
las autoridades nacionales.
Fue nombrado por Peñaloza, como Jefe de Policía de
la ciudad de La Rioja, pero en el año 1863, procede a invadir la provincia de
Catamarca.
Combatió contra el famoso General Paunero, en los enfrentamientos de
Las Playas y Lomas Blancas.
Luego
de que el General Peñaloza fuera asesinado en la localidad riojana de Olta,
se refugió en la provincia de Entre Ríos, donde ocupó el cargo de edecán del
gobernador Urquiza.
Luego
volvió a Chile, donde se puso en contacto con un grupo llamado La Unión
Americana.
Al regresar al país, liquidó sus posesiones de Guandacol para equipar
un contingente de exiliados argentinos y de chilenos simpatizantes a esta causa.
La ola de acontecimientos que se sucederían, comienza con la sublevación de las
tropas mendocinas que debían partir a la guerra del Paraguay.
Estaba comandada
por el General Juan de Dios Videla.
Con el contingente de tropas que había equipado, más los reclutados de otras montoneras que habían quedado sin jefes, entró al país bajo el lema: “Federación o Muerte”.
Con el contingente de tropas que había equipado, más los reclutados de otras montoneras que habían quedado sin jefes, entró al país bajo el lema: “Federación o Muerte”.
Otros caudillos se le
unieron, tales como Santos Guayama, Sebastián Elizondo y Aurelio Salazar,
llegando a integrar un ejército de 5.000 hombres.
El
ataque a la Provincia de Salta
Al acercarse a Salta, lo hizo por Molinos donde lo esperaba una fuerza de 700 hombres al mando del Coronel Pedro José Frías.
La columna de 250 hombres al mando del Coronel Sebastián Elizondo,
según el Dr. Atilio Cornejo, dispersó en la cuesta del Tacuil, a las fuerzas del
Coronel Frías, a pesar de su mayor número.
Varela prosiguió su marcha hacia Salta, y en la cuesta de Las Cuevas, se encontró con una fuerza enemiga de 500 hombres al mando del Coronel Francisco Centeno, a la que también derrotó.
El día
9 llegó desde Cachi hasta las proximidades de la ciudad de Salta, donde esperaba
enfrentarse al enemigo.
El día
10 de Octubre, mandó una comunicación al gobernador Ovejero, intimándole que
entregara la plaza en el término de dos horas, garantizándole su persona, y la
de todos los suyos, al tiempo que le prevenía, que de no contestar “lo haría
responsable, ante Dios y la Patria, de los perjuicios consiguientes, y de la
sangre que se derrame en los momentos del combate”.
La
respuesta recibida, fue que si él tenía soldados, el gobernador también los
tenía, y cañones para defenderse.
Varela entonces ordenó atacar la plaza “y,
después de dos horas y media de vivísimo fuego, quedó definido el combate por
los Salteños (“ quedò definido el combate por los míos, quedando yo dueño del
campo”.
Ovejero- Leguizamón).
Es
importante destacar que el Sr. Gobernador de Salta, Don Sixto Ovejero
pertenecía al Partido Federal, que en las elecciones presidenciales sostuviera
la candidatura de Urquiza (si...del mismo Urquiza que tenìa como edecàn a
Felipe Varela ) , en contra de Sarmiento, que finalmente se llevó el triunfo
eleccionario.
Como
decìamos, Varela penetró por Molinos, asolando lo que encontraba a su paso,
especialmente las fincas de los Gómez y de los Isasmendi, en particular Colomé,
perteneciente a doña Ascensión Isasmendi de Dávalos, recientemente viuda del ex
gobernador don José Benjamín Dávalos; se vio obligada a refugiarse en la
hacienda de su prima hermana en San Isidro-Campo Santo-; era su prima doña
Hortensia Valdés Gorostiaga, casada con don Juan Fernández Cornejo.
En
Aguas Calientes robaron muchas cosas de la Iglesia.
Una de las partidas de
Varela encabezada por Santos Guayama, bajó a San Carlos y Cafayate.
Allí
degollaron a Dámaso Rodríguez y a Liborio Ochoa.
El 8 de
octubre las fuerzas de Varela entraron a Rosario de Lerma, con 900 a 1.000
soldados.
Los oficiales al mando de esta tropa eran Santos Guayama, Elizondo,
Corvalán, Chumba, Cáceres y otros, entre estos varios chilenos.
Ese mismo día
don Juan Martín Leguizamón, nombrado Jefe del Estado Mayor, dispuso la defensa
de la plaza, construyendo barricadas y trincheras que llevaron el nombre de las
14 provincias.
La
tarde del 9 de octubre el Gobernador Ovejero recorrió a caballo las trincheras,
para alentar con su presencia a los defensores.
Se reunieron 255 armas de fuego,
entre escopetas, fusiles y rifles y a falta de balas se fundió el plomo que
pertenecía a la imprenta de los niños expósitos. La pólvora se fabricó en el
Colegio Nacional, pero resultó de mala calidad.
Ese mismo 9 de octubre de 1867, Varela llegó a la ciudad practicando un reconocimiento de la plaza, y lanzándose al ataque, fue rechazado, retirándose por la noche, al Campo de la Cruz, hacia Vaqueros.
Ese mismo 9 de octubre de 1867, Varela llegó a la ciudad practicando un reconocimiento de la plaza, y lanzándose al ataque, fue rechazado, retirándose por la noche, al Campo de la Cruz, hacia Vaqueros.
Volvió
el día 10 de octubre, enviando el ya comentado ultimátum y la respuesta de los
10 rifleros de Leguizamón.
En esta acción Varela perdió 200 hombres entre
muertos, heridos y prisioneros.
De los defensores de la ciudad murieron don
Baldomero Castro, don Natal Castro, D. Patricio Varela, D. Borja Avedaño y otros
más.
El Jefe del estado Mayor D. Juan Martín Leguizamón recomienda por su
heroísmo al Comandante de Artillería D. Francisco Host, y al Gral. Manuel Puch.
El Jefe de la Plaza Gral. Nicanor Flores así lo confirma.
Los
primeros combates se libraron al norte de la plaza principal, especialmente en
casa de la señora Candelaria Viola de Ortiz.
La
tropa de Varela durante una hora, saqueó las iglesias y las casas de
familia.
Las
mujeres refugiadas en los templos, fueron echadas a sablazos, y las tiendas
saqueadas.
El Gobernador Ovejero, don Manuel Puch y muchos vecinos se
refugiaron en el templo de San Francisco.
Los
sacerdotes fueron vilmente apaleados tratando de hacerles confesar el
paradero de los refugiados, lo que no lograron.
Las
casas de comercio de los vecinos principales fueron arrasadas.
También
degollaron a personas indefensas y hacharon al anciano Juan Motta en un altar
de la Iglesia de San Francisco.
También arrearon haciendas y caballadas y cuanto
botín encontraron en su camino.
Se suceden luego movimientos militares, al mando del Coronel Martín U. Cornejo y el General Octaviano Navarro en el centro de la Ciudad de Salta que de esta Gloriosa manera combatiò, resistiò y expulsò al invasor.
Se suceden luego movimientos militares, al mando del Coronel Martín U. Cornejo y el General Octaviano Navarro en el centro de la Ciudad de Salta que de esta Gloriosa manera combatiò, resistiò y expulsò al invasor.
Varela
sabía que el General Navarro lo perseguía con una fuerza de 2.500 hombres, pero
lo aguardó en el Campo de la Cruz.
“Varela dice: “que no tenía un solo cartucho
para quemar”.
Navarro no atacó a Varela no obstante saber que sus hombres eran
nada más que 400 o 500.
Varela se llevó las seis piezas de artillería tomadas a
Salta en aquel 10 de octubre de 1867, más algunas municiones y vestuarios.
Luego
emprendió la marcha hacia Jujuy, ciudad que tomó el día 13 de octubre del mismo
año.
La ciudad había sido abandonada por su gobernador Dr. Cosme Belaunde.
Varela quería aprovisionarse de armamento para volver sobre Navarro, y luego
sobre los Taboada.
Luego de esto Varela siguió hasta Humahuaca para luego
solicitar asilo en Tupiza-Bolivia-.
Felipe Varela actuaba protegido por los
gobiernos de Bolivia y de Chile.
Inmortalizaron este acontecimiento
la zamba de don José Ríos: La Felipe Varela que dice en una
parte:
“Galopa en el horizonte
“Galopa en el horizonte
tras muerte y polvaderal
porque Felipe
Varela
matando viene y se va.
Por otra parte las cuartetas de don Alfonso Carrizo, dicen:
Por otra parte las cuartetas de don Alfonso Carrizo, dicen:
“De Chile llegó Varela
y vino a su patria hermosa
Aquí ha de
morir peleando
por el Chacho Peñaloza”.
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