Ese montón de Piedras
que los Concejales de SALTA quieren Derribar es mucho más que un Monumento, es
un Símbolo del Coraje de unos pocos Soldados Argentinos que cumplieron su deber
y repelieron el Ataque de una enorme Cantidad de Rebeldes del ERP.
Lo que el Concejal Martín Ávila, en
su pequeñez mental se empeña en desconocer, que el combate de Manchalá fue un
ataque a la Argentina, a toda la sociedad argentina, no a la Provincia de Salta
ni a los salteños.
Los militares que lucharon en
Manchalá, lo hicieron en defensa de la Argentina y no del Municipio Salteño.
Por otra parte lucharon para
defender un GOBIERNO CONSTITUCIONAL, ELEGIDAS SUS AUTORIDADES POR EL VOTO
DEMOCRÁTICO DEL PUEBLO.
Por lo que el Concejal Martín Ávila
incurre en un segundo error al considerar que cuando un gobierno constitucional
es defendido por las Fuerzas Armadas –primer deber de estas es la defensa de la
vigencia de la Constitución Nacional- de un ataque armado para destituirlo se
convierte automáticamente en terrorista de estado.
Dos graves errores comete el
concejal Martín Ávila, reducir la Argentina al municipio de la Ciudad de Salta,
demostrando su desprecio por la Nación Argentina y todos los argentinos que no
vivimos en dicha ciudad, expresivo de su concepción limitada y autoritaria,
estalinista, del pequeño poder que detenta como concejal de una ciudad, al
pretender él, y los pocos concejales que lo acompañan, asumir la representación
de TODO el pueblo argentino, pues el Monumento a Manchalá es un MONUMENTO DE
TRASCENDENCIA NACIONAL, que nos representa e involucra a TODOS LOS ARGENTINOS Y
NO SOLAMENTE A LOS VECINOS DE LA CIUDAD DE SALTA, pequeña en el concierto
nacional.
Esa concepción autoritaria y
estalinista del concejal Martín Ávila y de sus “camaradas” Concejales, lo inhabilitan
a él y a estos a participar políticamente en un país republicano y democrático.
En segundo lugar, invocar que un Gobierno
Constitucional y democrático como fue el del General Perón y el de Estela
Martínez de Perón ejercían terrorismo de estado al reprimir un ataque armado
contra las instituciones establecidas en la CONSTITUCIÓN NACIONAL, que es de
esperar haya sido leída y comprendida –no basta con leerla- por los Concejales Salteños,
y contra el mismo gobierno elegido por la voluntad popular, descalifica a
dichos concejales pues los coloca en el bando de los agresores Terroristas que
intentaron derrocar un Gobierno Constitucional y Subvertir la CONSTITUCION
NACIONAL y barrer con sus instituciones.
Este es el segundo argumento válido
para que los Concejales renuncien o se les pida la renuncia por ser
incompatible su concepción estalinista y totalitaria del poder con la libertad,
con el Estado de Derecho, con la CONSTITUCION NACIONAL y con LA DEMOCRACIA ARGENTINA.
Finalmente, como argentino me
agravia que quienes no me representan en absoluto, pues no han sido elegidos
democráticamente por mi voto, ni por el voto de millones de argentinos, que
trascienden la sola Provincia de Salta, con ilimitada audacia y atrevimiento
pretendan destruir un monumento representativo de la defensa de las
instituciones argentinas y de un gobierno constitucional y democrático por
parte del Ejército Argentino.
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